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MARIO BENEDETTI

Desde mi sólida banqueta, o sea desde mi trono de pelagatos, veo desfilar el tiempo y sus minucias, los torbellinos del desorden, las fragatas que en el puerto se mecen impasibles, los murciélagos que inmóviles vigilan, las golondrinas que regresan cargadas de experiencia. También manos que ahora son casi garras, bocas seductoras que reclaman besos, pieles que se convierten en pellejos, ojos que aman cuando miran, colinas de allá lejos que se acercan , arroyos que se vuelven ríos, ríos que se vuelven mares. Desde mis sólida baqueta, desde mi trono de pelagatos, veo cielos que se aclaran y oscurecen, viejitas que no hace mucho eran muchachas, desalientos que fueron esperanzas. Pero también futuros que se abren y nos llaman, con promesas que quién sabe y no obstante admitimos. El mundo pasa sin interrupciones, con paisajes que llenan el contorno, alarmas con abismos, glorias inaccesibles, perdones que no pedimos y alborotos en la conciencia cerrada con candado. Hasta que una noche inesperada, los párpados sucumban y ya no se levanten. 

El mundo pasa de Vivir adrede

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DEJARTE IR

Me pregunto quién creó los puntos suspensivos para hacernos esperar. Quién fue quien inventó los semáforos en ámbar, el gris y la ambigüedad. Quién decidió que la incertidumbre era una buena compañera de viaje, que los  dependes  terminaran siempre nuestras frases y que el amor que hacíamos por las noches nos llenara de dudas. Yo que siempre fui una torpe cuando se trataba de resolver probabilidades, y tú que ahora amaneces besando mis labios con un  quizás . No consigo interpretar si me miras con un  tal vez  pintado en la mirada o si puede ser que ni me mires, porqué la  indecisión no te deje mirar. Sé que libras una batalla sin armas entre el querer y el deber, y que titubeas cada vez que decides tocar mi boca. También sé que tu sonrisa que había sido capaz de anestesiarme las heridas, hoy las provoca, porqué ondea descolorida a media asta. Mi amor no te basta. Me pregunto si algún día escribiremos un punto y seguido a los puntos suspensivos que nos persiguen; o si tal vez lo nu

TIEMPO AL TIEMPO

Dices que me notas distante. Muy distante. Y que te diste cuenta tarde de que estabas a tiempo. A tiempo de haber podido construir en vez de destruir lo nuestro. A veces creemos que la vida  nos dice No y sin embargo solo nos dice Espera, no dejes escapar el tren. Pero no supiste esperar; o no quisiste. Dos caras de la misma moneda con la que se paga la maldita impaciencia. Y yo, bendita inocencia, que al mal tiempo le ponía buena cara. Y tú,  que insististe en ponerle un punto y aparte a mis puntos suspensivos, exigiéndome tiempo muerto. Tú, que soplaste la última vela que quedaba despierta en el pastel; que quisiste terminar por terminar. Tú que no deseaste ir despacio; por vivir deprisa. Tú, que te despediste de mi con un  tiempo al tiempo , y me dejaste ir, sabiendo que no quería irme. Y me obligaste a aprender que a base de sumar puntos se consigue pasar de página.  Eres tú, quien vuelve entrecortando palabras, susurrando que quieres recuperar el tiempo perdido. Suplicando que

LIENZOS EN BLANCO

Quítate las etiquetas. Quítate el miedo, la vergüenza. Quítatelo todo. Quédate sin nada. Quítame el pasado. Quítame la mirada gris. La amargura de los labios. Quítame este frío. Déjame sin ropa. Quedémonos desnudos, los dos. Vírgenes ante los ojos del otro. Cubiertos solamente de piel. Y debajo de esa piel,  solo un ruido. El latido del reloj que no deja de palpitar, aunque se detenga el tiempo cuando estoy contigo. Y debajo del tictac, el silencio. Porqué el cuerpo no necesita voz si hablan los gestos. Quedémonos desnudos, los dos, como dos lienzos en blanco. Como dos obras de arte. Yo quiero pintarte. Con la yema de mis dedos dibujarte laberintos en el cuerpo y perderme contigo. Y yo quiero que me pintes. Con la huella de tus dedos dibujarme, una brújula que me lleve siempre a tu puerta. Mi único camino.  Y que en cada línea, cada trazo, puedas cubrir mis heridas, ocultar las cicatrices y vestirme con colores. Yo quiero que me borres el negro y le pongas color a mi vida. Que le